Hijos de luz e hijos del día.

Hijos de luz e hijos del día. No se duerme. Mas bien vela y es sobrio, prudente, sensato (Ver* v6-7); se viste “con la coraza de fe y de amor, y con la esperanza de salvación como yelmo.” (v8b). “Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo,” (v9); “para que ya sea que velemos, o que durmamos, vivamos juntamente con él.” (v10b).

Hijos de luz e hijos del día. Anima y edifica uno al otro (v11); reconoce y estima a los que trabajan (v12-13); amonesta a los ociosos, alienta a los de poco ánimo, sostiene a los débiles y es paciente para con todos (v14). No pagues “a otro mal por mal; antes seguid siempre lo bueno unos para con otros, y para con todos.” (v15b). “Estad siempre gozosos. Orad sin cesar. Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús. No apaguéis al Espíritu. No menospreciéis las profecías. Examinadlo todo; retened lo bueno. Absteneos de toda especie de mal.” (v16‬-‭22‬)

Hijos de luz e hijos del día. Son santificado por completo por el mismo Dios de paz para que “todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.” (v23b). Dejándonos esta palabra antes de los saludos finales (v25-28)

* (v24) “Fiel es el que os llama, el cual también lo hará.” (Ver+ 1 Co 10:13; 2 Ts 3:3)

Hijos de luz e hijos del día. No pertenece a la noche ni a las tinieblas. Pertenece a la luz que ofrece Cristo, camina por ella, la sigue y es rescatado, vive y vivirá por la misma. Jesús mismo dijo:

* (Jn 8:12) “Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.” (Ver+ Jn 1:1-9)

Pablo le escribe a los romanos:

* (Ro 13:12) “La noche está avanzada, y se acerca el día. Desechemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz.”

Jesús le dice a sus discípulos:

* (Mt 5:14-16) “Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.”

Hijos de luz e hijos del día. Si no eres de este equipo te invito a unirte. Pues este es el que alcanza promesas y no la ira de Dios. Y Fiel es el que lo prometió. Espero que te hallan servido estas reflexiones acerca de 1 Tesalonicenses, que hallas crecido espiritualmente, madurado e edificado, y termino con sus ultimas palabras del mismo: “La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vosotros. Amén.” (v28). Hijos de luz e hijos del día. Viven en luz, no en oscuridad. Dios te bendiga es mi deseo. 1 Ts 5:5