Slideshow image
Viernes 10 de Octubre del 2025
Purifícate a ti mismo. 1 Juan 3, encierra 24 versos el cual podemos dividirlos en dos secciones:
1. (v1-3) Hijos de Dios.
2. (v4-24) Contraste entre los hijos de Satanás y los hijos de Dios.
El apóstol nos lleva a mirad “Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios;“ (v1a). Trayéndonos dos versos los cuales componen o conforman el tema de esta mañana:
* (v2) “Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es.
* (v3) “Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro.”
Purifícate a ti mismo. No cometiendo pecado (V+ v4); porque “todo aquel que peca, no le ha visto, ni le ha conocido.” (v6b). “El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo.” (v8) ¡Gloria a Dios!
Purifícate a ti mismo. Creyendo en él, y “cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es.” (v2b). ¡Aleluya! “Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo” (v3a). Purifícate a ti mismo. “Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios.” (v9). Enseñándonos en como se manifiestan ambos hijos, lea: “En esto se manifiestan los hijos de Dios, y los hijos del diablo: todo aquel que no hace justicia, y que no ama a su hermano, no es de Dios.” (v10); poniéndonos el ejemplo de Caín y Abel (V+ v11-14); por lo que dice: “El que no ama a su hermano, permanece en muerte. Todo aquel que aborrece a su hermano es homicida; y sabéis que ningún homicida tiene vida eterna permanente en él.” (v14b-15). Purifícate a ti mismo. Amando a tu hermano, y pon tu vida por la de ellos (V+ v16). Ama en hecho y en verdad, no de palabra ni de lengua (V+ v17-22). Terminando con estos dos bellos versos:
* (v23-24) “Y este es su mandamiento: Que creamos en el nombre de su Hijo Jesucristo, y nos amemos unos a otros como nos lo ha mandado. Y el que guarda sus mandamientos, permanece en Dios, y Dios en él. Y en esto sabemos que él permanece en nosotros, por el Espíritu que nos ha dado.”
Purifícate a ti mismo. Cree en él, pues “… él apareció para quitar nuestros pecados, y no hay pecado en él.” (v5). ¡Aleluya! Permanece en Dios, amando, no aborreciendo. Practica lo bueno, el amar y la justicia no lo malo. Tus acciones señalan quien es tu padre, por tanto: “purifícate a ti mismo, como él es puro.” Purifícate a ti mismo. Y seremos semejante a él. Dios te bendiga es mi deseo. 1 Juan 3:2-3