Nuestro sumo sacerdote ministra desde arriba.

Nuestro sumo sacerdote ministra desde arriba. Y no podía ministrar el desde la tierra, mira como lo explica: “Porque todo sumo sacerdote está constituido para presentar ofrendas y sacrificios; por lo cual es necesario que también este tenga algo que ofrecer. Así que, si estuviese sobre la tierra, ni siquiera sería sacerdote, habiendo aún sacerdotes que presentan las ofrendas según la ley;” (v3-4; Ver+ v5; 9:23-24)

Nuestro sumo sacerdote ministra desde arriba. Su ofrenda y su sacrificio se cumplieron en el mismo, mira como lo dice en el próximo capítulo “Porque no entró Cristo en el santuario hecho de mano, figura del verdadero, sino en el cielo mismo para presentarse ahora por nosotros ante Dios;”(9:24); y está sentado “a la diestra del trono de la Majestad en los cielos,” (v1b). ¡Aleluya! Por “…tanto mejor ministerio es el suyo, cuanto es mediador de un mejor pacto, establecido sobre mejores promesas.” (v6) ¡Gloria a Dios! Este nuevo parto Incluye la profecía que había dicho el profeta Jeremías (V+ Jer 31:31-34) la cual lo menciona en el capítulo de hoy (v8-12); observemos algunos:

* (v8) “Porque reprendiéndolos dice: He aquí vienen días, dice el Señor, En que estableceré con la casa de Israel y la casa de Judá un nuevo pacto;”

* (v11) “Y ninguno enseñará a su prójimo, Ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce al Señor; Porque todos me conocerán, Desde el menor hasta el mayor de ellos.”

* (v12) “Porque seré propicio a sus injusticias, Y nunca más me acordaré de sus pecados y de sus iniquidades.”

Nuestro sumo sacerdote ministra desde arriba. Y mira como termina el capítulo: “Al decir: Nuevo pacto, ha dado por viejo al primero; y lo que se da por viejo y se envejece, está próximo a desaparecer.” Nuestro sumo sacerdote ministra desde arriba. Vivamos en su nuevo pacto. Por el cual alcanzas mejores promesas. No hay mas nada que hacer para agradar a Dios, sino solamente acercarte a su Hijo, arrepentirte y creer en él, pues él está en su misma presencia para presentarse e interceder por todos nosotros. Nuestro sumo sacerdote ministra desde arriba. Él ya hizo el sacrificio, el cual “se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante.” (Ef 5:2b). Por tanto cambia todo sacrificio por obediencia. Dios te bendiga es mismo deseo. Hebreos 8:1