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Martes 2 de Septiembre del 2025
No seamos de los que retroceden. Hebreos 10, es un poco más extenso con 39 versos. El cual empieza diciéndonos o recalcando que el sacrificio del Nuevo Pacto era superior a los sacrificios del Antiguo (V+ v1-18) ya como dice:
* (v4-5) “porque la sangre de los toros y de los machos cabríos no puede quitar los pecados. Por lo cual, entrando en el mundo dice: Sacrificio y ofrenda no quisiste; Mas me preparaste cuerpo.” (V+ Sal 40:6-8)
Y mira como lo dice más adelante:
* (v9-10) “y diciendo luego: He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad; quita lo primero, para establecer esto último. En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre.” (V+ v11-18).
Esto nos permite entrar libremente “entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo, por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne,” (v19b-20, V+ v21)
No seamos de los que retroceden. Acércate, “acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura. Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió. Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.” (v22-25)
No seamos de los que retroceden. No peques “voluntariamente después de haber recibido el consentimiento de la verdad” (v26a, V+ v27-28). No seamos de los que retroceden. Líbrate de ese castigo y no pisotees la sangre de su Hijo y no afrente al Espíritu de gracia. (V+ v29-30). Pues “¡Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo!” (v31).
No seamos de los que retroceden. Sostén, mantente en tus combates de padecimientos (V+ v32), “…con vituperios y tribulaciones fuisteis hechos espectáculo; y por otra, llegasteis a ser compañeros de los que estaban en una situación semejante. Porque de los presos también os compadecisteis, y el despojo de vuestros bienes sufristeis con gozo, sabiendo que tenéis en vosotros una mejor y perdurable herencia en los cielos.” (v33-34). No seamos de los que retroceden. “No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón; porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa.” (v35-36, V+v37). Trayéndonos así los textos del tema observen:
* (v38) “Mas el justo vivirá por fe; Y si retrocediere, no agradará a mi alma.”
* (v39) “Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para preservación del alma.”
No seamos de los que retroceden. Sostén tu fe. Mantén tu fe. No desagrades el alma del Señor. No seamos de los que retroceden. Y no nos perderemos. Guarda tu fe. Que nada perturbe tu fe. Pues ella es tu escudo. ¿Qué le dice Pablo a los efesios? “Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno.” (Ef 6:16). No seamos de los que retroceden. Lucha por y con tu fe. No la sueltes. No seamos de los que retroceden. Preserva tu alma. Dios te bendiga es mi deseo. Hebreos 10:38-39