Martes 16 de Septiembre del 2025
El Espíritu nos anhela celosamente. Santiago 4, solo tiene 17 versos, pero está cargado de enseñanza, es como un batido de sabiduría, donde encontramos muchas respuestas de muchas preguntas. Comenzando que las guerreras y los pleitos vienen de nuestras pasiones (V+ 1). Revelándonos más: “Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís. Pedís, y no
recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.” (v2-3). Y mira como nos llama a los que hacen tales cosas: “¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.” (v4). Llevándonos así al texto del tema de esta mañana:
* (v5) “¿O pensáis que la Escritura dice en vano: El Espíritu que él ha hecho morar en nosotros nos anhela celosamente?”
El Espíritu nos anhela celosamente. Deja de pensar erróneamente. Pues su palabra, su Escritura no fue inspirada, preservada, guardad, y escrita en vano. Suelta las pasiones, suelta la codicia, deja la envidia y pide a tu Padre que está en los cielos de la forma y la actitud correcta. Dejemos la alianza con el mundo, la amistad con las cosas de la tierra pues ellas son enemistad contra Dios. Pues “ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.
El Espíritu nos anhela celosamente. El diccionario de la lengua española, los dos primeros significados para la palabra celo son:
1. Cuidado, diligencia, esmero que alguien pone al hacer algo.
2. Interés extremado y activo que alguien siente por una cosa o por una persona.
Ahora en este verso cinco, vea con atención: “El Espíritu que él ha hecho morar en nosotros nos anhela celosamente” No entristezcas al Espíritu “que él ha hecho morar” en ti. El Espíritu nos anhela celosamente. ¿Cuántas veces ignoramos al Espíritu? ¿Cuántas veces no tomamos su buen consejo? Él vive en nosotros, se levanta contigo, camina, observa y escucha lo que veo y escucho, se acuesta y se despierta contigo. Él “Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios.” (1 Cor 2:10b) cuanto más de ti. Pero muchas veces no le dices ni buenos días Espíritu Santo. “Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones.” (v8, V+ 2 Cr 15:2; Mal 3:7; He 10:19-22). Deja de ser orgulloso. “Humillaos delante del Señor, y él os exaltará.” (v10). Cuida tu lengua de murmuración. (V+ v10-12). No hagas planes para mañana, sin antes consultar con Dios, porque el mañana pertenece a Dios. (Ver+ v13-16). Y termina con esta frase: “y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado.” (v17)
El Espíritu nos anhela celosamente. Eres libre de escoger que camino escoger, pero ya sabes el resultado de cada uno de ellos. El Espíritu es un caballero, y nunca forzará tu decisión. El Espíritu nos anhela celosamente. Pero depende de ti. Que él te guíe, que te dirija, te amoneste, que no lo ignores. El Espíritu nos anhela celosamente. Vive en paz, con lo que Dios a puesto en ti. Dios te bendiga es mi deseo. Santiago 4:10