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Miércoles 24 de Septiembre del 2025
Armaos del mismo pensamiento. 1 Pedro 4, podemos apreciar 19 versos, los cuales podemos dividirlo en dos secciones:
1. (v1-6) Si Cristo sufrió, ¿por qué no hemos de sufrir nosotros?
2. (v7-19) La conducta cristiana a la luz de los tiempos en que vivimos.
Y el tema de esta mañana viene del mismo verso que comienza este capítulo, veamos:
* (v1) “Puesto que Cristo ha padecido por nosotros en la carne, vosotros también armaos del mismo pensamiento; pues quien ha padecido en la carne, terminó con el pecado,”
Armaos del mismo pensamiento. ¿Por qué? Mira como dice: “para no vivir el tiempo que resta en la carne, conforme a las concupiscencias de los hombres,“ (v2a); para no agradar a los hombres “andando en lascivias, concupiscencias, embriagueces, orgías, disipación y abominables idolatrías.” (v3b); no corráis sin desenfrenos de disolución (V+ v4); identificando a todos los que practican o viven conforme a la carne como muertos por eso dice: “Porque por esto también ha sido predicado el evangelio a los muertos, para que sean juzgados en carne según los hombres, pero vivan en espíritu según Dios.” (v6, V+ v5). Pablo lo escribe de esta forma a los Romanos: “porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis.” (R. 8:13, V+ v15).
Armaos del mismo pensamiento. Vive lo que te queda de tiempo en la carne “conforme a la voluntad de Dios.” (v2 final). “Basta ya el tiempo pasado para haber hecho lo que le agrada a los gentiles” (v3a). Pon freno aquello que te ala al mundo y las cosas del mismo (V+ v4), pues tanto los vivos como los muertos serán juzgados y tendrán que dar cuenta “al que está preparado para juzgar” (V+ v5). Por tanto, “vivan en espíritu según Dios.” (v6 final).
Armaos del mismo pensamiento. Pues, “…el fin de todas las cosas se acerca; sed, pues, sobrios, y velad en oración.” (v7). “Y ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de pecados. Hospedaos los unos a los otros sin murmuraciones. Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios.” (v8-10, V+ v11-16). Amonestándonos que el juicio comienza por la casa de Dios; “y si primero comienza por nosotros, ¿cuál será el fin de aquellos que no obedecen al evangelio de Dios?” (v17b, V+ v18); concluyendo: “De modo que los que padecen según la voluntad de Dios, encomienden sus almas al fiel Creador, y hagan el bien.” (v19).
Armaos del mismo pensamiento. Sacrifica lo que él sacrifico. Y hagamos el bien que él nos enseñó. Vivamos haciendo su voluntad, encomendando nuestras almas al fiel Creador. Armaos del mismo pensamiento. Seamos espirituales, no carnales. Termina con el pecado, padeciendo la carne. Dios te bendiga es mi deseo. 1 Pedro 4:1